

Un vino es orgánico cuando está elaborado con uvas orgánicas, o sea la materia prima utilizada es orgánica, y no tiene adición de sulfitos en su proceso de vinificación y elaboración, es decir el proceso de producción es también orgánico, sin adición de ningún producto químico. No obstante, hay distintas legislaciones para denominar orgánico a un vino que haya sido producido con uvas cultivadas orgánicamente, según sea mercado del que se trate, y la diferencia radica en que se le adicionen o no “sulfitos” durante su proceso de producción.