Un vino es 100% orgánico cuando es elaborado con uvas cultivadas orgánicamente y en su proceso de vinificación y elaboración no se han adicionado sulfitos ni ningún otro producto químico.
Más allá de lo que la legislación de cada país defina al respecto, lo cierto es que un vino es 100% orgánico cuándo proviene de uvas cultivadas orgánicamente y en cuyo proceso de elaboración no han sido añadidos sulfitos (anhídrido sulfuroso o S02) ni ningún otro elemento químico ajeno a la uva de la cual proviene el vino. Por lo tanto, un vino es orgánico cuando ha sido elaborado con uvas orgánicas y no se han adicionado sulfitos.
Vinos 100% Orgánicos, sin sulfitos adicionados. ¿Por qué?
Hay una creciente demanda de vinos orgánicos y naturales por parte consumidores conscientes de su salud y preocupados también por la calidad del vino.
El anhídrido sulfuroso (sulfitos o SO2) es el aditivo más controvertido y más ampliamente utilizado en la elaboración del vino. Se utiliza como una antiséptico (para eliminar los microorganismos no deseados) y como un antioxidante (para evitar que el oxígeno eche a perder el vino).
En general es muy utilizado en la industria alimentaria, sin embargo al parecer un número cada vez mayor de personas son alérgicas o sensibles a los sulfitos, presentando problemas a la piel, dolores de cabeza severos o incluso aparición de ataques de asma. Quienes consumen vinos 100% orgánicos no sólo beberán un vino elaborado exclusivamente de mosto (jugo) de uva, sino que además podrán disfrutar de él sin ninguno de los inconvenientes antes señalados. En relación a su duración, en nuestra experiencia, estos vinos se mantienen tan bien como cualquier otro vino joven, que no ha sido envejecido en barrica y que se consumen hasta 2 a 3 años de embotellado.